viernes, 8 de octubre de 2021

Cuando las lágrimas anidan en la comisura de su boca

Cuando las lágrimas anidan
en la comisura de su boca,
Mi mente se empieza a aislar
La imaginación se desboca.

Sueño con mujeres imposibles.
Sueño sueños invisibles.
Intangibles.

Sueño rizos rojos, sueño su piel.
Sueño trozos de papel.
Letras borradas con agua y sal.
Letras de grafito y mar.

Agua del mar de sus ojos.
de profundo azul, se tornaron rojos.
Palabras hechas trozos,
Susurros, entre sollozos.

Quise verla a ella en ti,
y no pude admitir
que no había nada aquí
y sin quererlo, me mentí.

Me había perdido a mí mismo
cayendo de lleno, sólo en el abismo.
Buscando a oscuras,
sintiendo que ha terminado
Apagada la luz de mi camino,
tratando de ver con las manos.
Pensé que serías la medicina,
que curaría mis males,
y sólo fuiste una amiga,
con vacíos momentos carnales.

Esperaba de ti una luz deslumbrante,
Pero sólo encontré una delgada cerilla
Una tenue luz, lejana, titilante.
Una tabla en el mar y no la orilla.

Creí demasiado en que podrías salvarme,
Puse en otra persona el peso de curarme.
Y hoy siento de corazón tener que alejarme,
pero tengo claro que no puedo ser tu lastre.
Mi intención no era hacerte sufrir,
Sólo tratar de seguir hacia delante.
Siento lo que te estoy haciendo sentir.
Pero entiende, por favor, que es mejor así.
Que sigo enamorado de alguien que no existe...

Y no es justo para ti.
No sabría cómo hacer, para hacerte feliz.
Que yo sigo enamorado de ella
Aunque sea la que me ha partido
Que sigue siendo mi estrella
la que me guía en éste camino.
Marcho, para dejarte a solas.

Seco tus lágrimas,
que se han convertido en olas.
Y marcho, Con pocas maletas.
espero que cuides las macetas.

Te dejo sola, sentada en la cama.
y quizá algún día,
se encuentren de nuevo nuestras almas.
Como dos extraños con recuerdos.
Quizá más maduros y más cuerdos.

Entiende que no te dejo para estar con ella.
Ella no existe, y me pregunto si ha existido.
pero en mi mente se presenta una imagen, eterna.
Siento una llama que no se ha ido, no se ha extinguido.

Pero por mucho que acerquemos nuestras almas,
Nunca serán una, ni se sentirán completas.
Espero que con el tiempo, encuentres la calma.
Que seas feliz, sonrías y consigas tus metas.
Desde el otro lado de la puerta,

escucho el dolor sordo de tu pecho.
Siento de corazón lo que he hecho.
Pero no hay futuro si me quedo.
Ni siquiera he sido capaz de darte un último beso.

Espero que algún día entiendas el motivo.
Y comprendas que me sentía cautivo.
bajo las escaleras y estoy ya en la calle...
la lluvia empapa mis gafas, y hacen que mil colores estallen

Demasiado triste para llorar
Demasiado derrotado para hablar.
Un adiós necesario, frío y cruel
Un adiós triste,
tan triste como un adiós puede llegar a ser

cuando las cosas terminan,
La mente se vuelve loca.
Y cuando las lágrimas anidan
en la comisura de su boca,











domingo, 3 de noviembre de 2019

El amor de tu vida


Vivimos esperando que nos llegue el amor de nuestra vida...

Vivo esperando al amor de mi vida.
Pero... ¿y si ya ha llegado?

Y si ya ha pasado y no me he dado cuenta?

o ¿si ya pasó y fue, la única persona que quise, mi amor verdadero?
Y si ella fue el amor de mi vida y ya lo he vivido....
¿Ya no me espera nadie ahí afuera?
¿Nadie va a hacer que me emocione de nuevo?

¿Qué puedo esperar de nadie ya?

Cuando pienso en encontrar a alguien, lo pienso de un modo totalmente pragmático.

Alguien con quien compartir unos hijos, una vida, pero ya no espero encontrar un elemento emocional que pueda moverme por dentro.

Y , como siempre, en mis momentos de divagar por el mundo insondable de los pensamientos, me pregunto si eso ha sido todo.

Me pregunto si habrá alguien para mí.
Y habrá algo esperándome más allá de lo ya vivido.

Me pregunto si el resto de las personas que veo por la calle, en el metro, en el trabajo... ¿Pensarán en cosas así?
Es uno de esos pensamientos recurrentes que no comparto con nadie.
Bueno, ya no hay nadie con quien compartirlos.

Llevo 2 años sin hacer nada más que un viaje casa-trabajo...

Ya no hay amigos y mucho menos amor en el horizonte.

He decidido que soy un helecho.



domingo, 16 de junio de 2019

Cuando menos lo esperas.

(Como sabrás, si sigues mi blog, al final hay una pieza de Música, recomiendo reproducir mientras lees, sin prisas)

Sales el viernes de trabajar... llegas a casa a las 17:00 casi, te duchas, picas algo, preparas el macuto y sales.
Arrancas la moto, le metes gasolina y sales a la autopista.

Viento fuerte, te peleas, luchas, toda la A3, congestionado, cansado, con todo el cuerpo en tensión.
El viento sigue intentando tirarte y tu sigues peleando, de lado a lado del carril, como una hoja, luchando para llegar.

Dejas la A3, unos segundos de tregua para hacer las dos rotondillas de Tarancón.

Te estiras, aceleras...

De nuevo viento, pero ésta vez más suave. El sol se está marchando y las masas de aire van regulando su temperatura...

Y verde... llegas por fin a la serranía de cuenca.

Entras en la ciudad y haces alarde de tu don, con solo mirar el mapa antes de salir, sabes llegar a tu destino.

Entras a la calle del hotel y ni miras alrededor. Metes la moto en el primer hueco que pillas y bajas, te estiras...

Y aún no te has quitado el casco, estás medio muerto de cansancio, algo aturdido por el viento en los oídos todo el tiempo... comienzan los abrazos, las risas, te cogen en volandas, saludas a los nuevos y estrujas a los que ya conocías.

Por fin fuera el casco, respiras y allí están todas esas caras conocidas.

Dos años, dos años hacía.

Una lagrimilla asoma a la ventana de tus ojos... pero eres muy macho y no la dejas salir, que si sale una a lo mejor salen más.

Y por fin el hotel, y Ella. 🙋‍♀ 😯
Que te mira, con una sonrisa de oreja a oreja, como si de verdad fuese feliz al verte. Y te pregunta si vas a meter la moto al garaje.

Y asientes, como un idiota, mientras abre las puertas...

Y te mira, esperando que muevas tu puto culo, porque te has quedado de pie mirándola, como un tonto. 😳
Y como el tonto que eres reaccionas torpemente, coges la moto y bajas la cuesta bodeguera más chunga que has visto.😅
Y metes la moto mientras Julián te indica, "aquí, aquí mejor"...

Y no puedes dejar de mirarla por el retrovisor sin atender al pobre Julián, ni entender qué cojones te está diciendo de que ahí mejor no dejes la moto que tapas nosequé... 🙄
Soy un tipo duro, un tipo duro con chaqueta de cuero y chaleco con parches muy chungos. 🏴‍☠
Pero en ese momento he vuelto a ser un niñato de 15 años que se queda tonto mirando a una chica.

Y ya ni estás cansado ni na de na... 😃
Si la música tuviese forma, sería la suya. 🎼

Sé que nunca será, o al menos lo dudo... pero en mi mente ha sido, en unos segundos, toda una vida.




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sábado, 4 de mayo de 2019

Mesa para dos

Un fragmento de la obra con la que gané el concurso literario en la uni...

"Ensayo de una mesa para dos"

Lo acabo de encontrar mientras iba haciendo cajas para la mudanza.

En algunas de mis publicaciones, añado una canción al final.
recomiendo que la reproduzcas mientras lees.

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¿Qué quiero?

Quiero llegar antes que ella.
Sentarme, pedir un café y esperar,
mirando por el escaparate, y ver la gente pasar.
Esperar, hasta verla entrar.
Con su boca entreabierta, el pelo a un lado, un pequeño bolso en una mano... y sus ojos paseando por el local hasta encontrarme. Un poco apresurada... porque, como siempre, llega tarde.

La sonrisa desde el otro lado del local al verme, ese tipo de sonrisa que te hace sentir bien... Como si sanase al mundo.
Como la lluvia en primavera después de un día de calor agobiante. Como una tormenta de verano.
Y mojarte en lo bello de su sencillez.

No son más que unos segundos... desde que entra hasta que llega a la mesa.

Pero los recordarás a cámara lenta.
Cada paso, cada movimiento de su blusa al compás del baile que es su cuerpo al andar.
Esos vaqueros hortera que a ella le sientan bien.
O quizá ese vestido rojo con pequeñas flores blancas.
Depende del día y la estación.
Danzando sobre ella.

El movimiento de sus caderas, mientras avanza esquivando mesas, sillas, gente invisible.
Su pelo suave, dorado, brillante, volando en sus hombros.

Hasta que llega a ti y ese momento, tristemente, termina.

Que maravilloso es observar a la mujer y su naturaleza.
Nos hicieron los dioses tan poco inteligentes si están delante...

Podría observarlas durante horas, como si observase un cuadro ricamente pintado, con miles de matices...

Y ha empezado a hablar... y sonrío.

No estoy escuchando nada.
Mi cerebro analiza el movimiento de sus manos.
Como abre el bolso y mira el móvil y te mira, mientras cuenta algo sobre... no sé, alguna escusa sobre por qué llega tarde.

Sus cejas se elevan y sus ojos se abren mucho, el sol se refleja en su color oscuro haciéndolo miel, sus manos danzan entre ella y tú...

Como coge el azucarero y lo convierte en un personaje de su historia...

Y no para su boca de explicar.
Sus manos se enfadan y da dos golpecitos con su dedo índice en la mesa.
Y sigo sin enterarme de nada.

La observo... como observo a un animal salvaje en su terreno.
Comer, levantar la cabeza, observar, escuchar, volver a comer...

Y puedes pasarte observando, como quien observa dormir a un gato, horas.

Qué hicieron los dioses en la mujer que la convirtieron en musa... Te apetece pintarla, componer una pieza sobre ella, escribir cien poemas.

Qué hicieron los dioses tan maravilloso en ellas... que desde que entró, no existe la ciudad. ni la gente que pasa frente al escaparate.
No escucho el ruido de los coches, ni la gente del local.
No existe ya el camarero, ni nada más...

             Solo existe ella. Y no estoy del todo seguro de existir yo.

...
...







No existe ya nada más que esa mesa para dos.


jueves, 11 de abril de 2019

Años después


Soñé contigo anoche...

Soñé con nuestro hijo, el que jamás tendremos.

Hoy, el maravilloso Facebook te ha lanzado a mi cara, después de años, ha decidido que por algún motivo nos conocemos.

Hoy, también leí en un comentario en algún video lacrimógeno que amor solo hay uno.

Hoy quería haberte dicho que conseguí la casa que jamás creíste que podríamos tener.

La casa con la que soñaba que decorábamos juntos.

Tengo los planos de la habitación... tal y como la pensé para nosotros.

Tiene parcela, y piscina, como te prometí que habría.

He plantado varios árboles... y será una casa maravillosa.

Será algo que no verás nunca.
Me ha saltado una foto estupenda, en la que besas a un tipo.

Son ya muchos años los que veo al tipo en tus fotos, supongo que todo irá bien.

Como siempre, escribo aquí, no quiero tampoco volver a hablar contigo ni volver a saber más.
No quiero volver a escuchar tu voz, ni volverte a oler.

No quiero derretirme de nuevo al oír tu risa...

Y por algún motivo mi cuerpo aún se estremece al pensar en ti.
Empecé a hiperventilar al saltarme tu perfil en pantalla...

Que tontería no?

Mi cabeza te tiene un terrible asco... Y mi cuerpo sigue pensando que eres la mejor puta droga que existe.

Y nada, que escribo ésto porque no tengo cojones a mandarte un privado.
Por que creo que me podría dar un infarto si veo que lo has leído... y si ya respondes... no sé... quizá hasta me dé diarrea.

Son las 2 de la mañana y yo aquí... como un subnormal, perdiendo el tiempo pensando en alguien que ni me piensa ni me recordará.

martes, 26 de marzo de 2019

Si fuésemos palabras...

Si fuésemos palabras,
Tú serías algo así como "efímera"...
Y durarías un "suspiro".

Si fuésemos palabras,
Yo sería, quizás, "Superfluo".
Y me tendría que echar atrás.

Si fuésemos palabras,
Ésto seria "inefable".
Un sentir "Inconmesurable".

Si fuésemos palabras,
serías un ser "etéreo".
Y temblaría al rozarte
con la punta de mis dedos.

Y se me ocurren más palabras,
si tuviésemos que serlas.

"Sempiterno", como éste Tú en mi Yo.
Los segundos, contigo, con olor a "petricor".
Y Ojalá esos segundos fuesen "perennes".
Quizá, con un "ademán", hagas "infinita" tu "luminiscencia".

Ojalá que me acompañe en la "bonhomía" de mi Yo.
Que ilumine mi "soledad", activando mi "resiliencia".

Si fuésemos palabras...
Yo seria "melancolía",
Y tú, "nefelibata".

Si fuésemos palabras,
Tu voz sería "Meliflua"
Y la mía, "elocuencia".

Tu sonrisa, "efervescencia"...
Mi mirada, ocultando tanto,
"ataraxia".

Si fuésemos palabras...
Diría que la "iridiscencia" mágica de tu iris
Provoca que mi nombre sea "Limerencia".

Si fuésemos palabras,
Tú piel sería "acendrado",
Y "arrebol" tus mejillas.

Y yo sería un "sonámbulo",
una "serendipia",
Tú brillarías como el "Alba"
y yo sentiría como una "epífania"
ante tu "incandescencia" "inmarcesible".
Al saberme enamorado y que la "Aurora"...
Nos aboca en este "desenlace" a ser "nostalgia".

Y solo eso.

Si fuésemos palabras...
Tú serías "olvido",
y yo "Silencio".
Manuel Díaz.







viernes, 8 de abril de 2016

Poemas para el desamor

Se me daba bien escribir,
poemas ñoños para niñas frágiles.
Era simple, dejarme fluir
en palabras sencillas, fáciles.

Con el paso de los años,
me encuentro a mí mismo
intentando escribir algo con sentido
a hijas de puta que quizá no se lo merezcan.
A hijas de puta que seguramente no lo lean.

Porque es siempre la misma historia
y te cansa la misma comida de olla,
y terminas en el mismo punto.
Intentando reunir un montón de mierda,
amontonarlo, apelmazado, todo bien junto.

Harto de intentar enamorarte
y terminar vomitando en algún váter.
Y de nuevo la sensación de saberlo todo
de verlo claro
mientras te vas hundiendo en el lodo.
te cansas y terminas sentado.

Al menos ya sabes que no te ahogas
has estado tanto tiempo allí
que ahora ya sabes cómo flotas.
De pronto te das cuenta que ya no te agobia.
Que a lo mejor no eres capaz de rimar como antes,
pero ya a nadie le importa.
Porque ya no compartes tus versos para nadie.
Solo sirven para sacar el tedio a la calle.

Para quitarte el sinsentido
que es el sentido que pudo ser el sentirla.
¿Para qué sientes?
Si sabes como terminas.

Te lames la herida.
Y tratas de levantarte.
Que al fin y al cabo ese no es tu sitio.
Y en realidad el golpe no ha sido tan fuerte.
No sabes ni cómo ha podido tumbarte.

Reflexionas y la verdad viene a buscarte.
"Que el amor, es la peor enfermedad
de la que contagiarse"

Y ya todo te da igual.
Rompes los versos por donde no es,
no cuentas la sílaba y rimas del revés.

A quién le importa,
si para quien escribes no va a leer.
Te repites que no escribes para nadie,
así que guardas los dientes.
y tratas de seguir bien.

Por no haber querido, no haber creído,
no haber querido creer que se puede querer.
De repente un día te darás cuenta
que vuelves a sonreír en las fotos
Y no es fruto de ese verde absenta.
Al menos esta vez
no te buscaste en el fondo de un vaso.
Al menos esta vez.
no te echaste a perder.

¿Cuántas posibilidades había
de que hubiese alguna?...
De que fueses tú,
mi hija de puta.